Látigo de cadenas, parece más armas de guerra que instrumentos de tortura; sin embargo, látigos más o menos similares pero en gran variedad, con 2, 3 y hasta 8 cadenas, provistas de muchas «estrellas», o bien hojas de acero cortantes, se usaban, y en cierta medida aún se usan, para flagelar el cuerpo humano. Usados en Europa entre 1650 y 1900 como instrumento de castigo.
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