Autoungulafilia, excitación debida a rascarse los genitales hasta hacerlos sangrar.
Es una variante de la dermatilomanía que aparece como un desorden del control de los impulsos que mueve a la persona a tocarse, rascarse, pellizcarse o cortarse la piel, se convierte en patológico cuando asume el carácter de compulsión, cuando la persona lo vive como una necesidad imperiosa que no puede frenar y que, repitiéndose en el tiempo, aumenta su intensidad y frecuencia hasta provocar lesiones cutáneas visibles y permanentes.